Chiara Páez (14), con un embarazo reciente y que estaba desaparecida desde hacía una semana en la ciudad santafesina de Rufino, fue asesinada a golpes en la cabeza y su cuerpo fue hallado enterrado en el patio de la casa de su novio, de 16 años, quien quedó detenido por el crimen, informaron fuentes policiales y judiciales.

La adolescente era buscada por sus familiares desde el domingo pasado, en tanto el novio quedó a disposición del juez de Menores de la ciudad de Venado Tuerto, Javier Prado.

Por el hecho, la Justicia dispuso además la detención de la madre del adolescente, los abuelos y otro hombre que también vive en la casa donde fue hallado el cadáver y que sería la pareja de la madre, de quienes se sospecha que al menos colaboraron o encubrieron el hecho.

El caso comenzó la madrugada del domingo pasado, cuando Chiara fue vista por última vez tras participar de una reunión de amigas en la casa de una de ellas.

Tras el hallazgo del cadáver, el fiscal ordenó además la detención de la madre del adolescente sospechoso, de los abuelos y de otro hombre, que sería la nueva pareja de la madre.

"Están detenidas para evitar que se borren evidencias o rastros y determinar su participación penal o su responsabilidad en el hecho", dijo el fiscal Clavero.

"Evidentemente, por la contextura física de la víctima y por el lugar donde ocurrió el crimen es prácticamente imposible que una sola persona pueda haber hecho esto (en referencia al entierro en el patio de la casa)", informó una fuente policial.

"Al chico le habíamos tomado cuatro declaraciones y siempre había mantenido el mismo discurso, pero había algo que no nos cerraba, por eso volvimos a empezar a investigar por el lado del muchacho hasta que los perros de la policía de Rosario, los mismos que trabajaron el año pasado en la tragedia de la calle Salta, marcaron el lugar. Después el chico se quebró y confesó", agregó el investigador consultado.