El Mundial es la época del móvil permanente, del vale todo. Pero algunos pasan esa delgada línea que te deja en orsai... por varios metros.

El notero de América tenía que mostrar que todavía no pasa nada en el microcrentro Porteño, y para ello al hombre del micrófono comenzó a saltar y a gritar al grito del "vamos, vamos".

El chiste no llegó a ser gracioso, o tal vez era todo una gran ironía y no entendimos nada.