En un pueblo pesquero canadiense, llamado Troup River, los habitantes viven atemorizados por el peligro que significa la inminente explosión de una ballena azul, que permanece muerta y varada en la costa del lugar, hace más de una semana.

El cuerpo del mamífero, que mide 25 metros de largo, se encuentra en avanzado estado de descomposición y no hace más que hincharse debido a los gases que se acumularon en el abdomen, de acuerdo a la información de Daily Mail.

El peligro principal es la cantidad de bacterias que se liberarían en el aire en caso que la ballena explote, lo que podrían enfermar a toda la población.

Mientras tanto, un investigador del Departamento de Pesca canadiense aseguró que "en un punto la piel del animal va a perder su integridad porque el tejido conectivo se va a descomponer", lo que permitirá que se liberen los gases de manera paulatina, en vez de explosiva.

Hace unos meses se produjo un caso similar en el que un científico quedó cubierto de las entrañas en descomposición de un cachalote que explotó apenas le clavaron el cuchillo para iniciar su autopsia.