Al pobre cronista lo mandaron a Merlo a hacer un crudo infrome sobre la terrible ola de inseguridad que se vive en el conurbano bonaerense, y la punta del ovillo era un asalto que había sufrido una peluquería.

Pero a la primera persona que le preguntó el cronista les destruyó toda la teoría ya que la señora aseguró “Acá no hay inseguridad, mucho no. Es raro”. Fin de la historia.