David Quijano, el oficial principal de la Bonaerense que llevó a las tres nenas a su casa al no haber cupo en ningún instituto de la zona, dijo estar dispuesto a adoptar a las tres nenas que sufrieron el terrible calvario, luego de que el Servicio Zonal de Protección de los Derechos del Niño le otorgara una guarda provisoria.

De 33 años, casado y con dos hijas de 4 y 13 años, Quijano relató que, durante la primera noche en su casa, descubrió que las nenas liberadas "están muy lastimadas. La más chica camina de costado porque tiene un golpe muy fuerte en las costillas; vomitó toda la noche. Las otras dos se durmieron enseguida, con Laura, mi mujer".

"No actuaban como cualquier chico. Entraron y se sentaron. La que tiene 13 años agarró una escoba para ponerse a barrer. Le dijimos que no, que tenía que jugar, no trabajar. Se quedaban quietas, como esperando recibir órdenes. A la hora de tomar la leche, se quedaron paradas al lado de la mesa. Les tuvimos que decir que se sentaran y que comieran galletitas, pan con dulce de leche", relató el oficial.

De hecho, él y su familia se encariñaron enseguida con las nenitas: "Con mi señora vamos a ir a visitarlas. Estamos dispuestos a traerlas los fines de semana para que jueguen con las nenas (sus hijas), a adoptarlas. La casa es grande. Si no podemos, igual voy a ir a verlas; no le van a decir que no a alguien que solamente le quiere dar cariño, ¿no?", sostuvo.