"Haberse drogado no significa ser garca", agregó Ottavis mientras rechazaba la premisa de Cayetano -periodista de Perros de la Calle- que planteaba la separación de la vida personal y la actuación en la política, de aquellos dirigentes que muchas veces trascienden más por escándalos que por desempeño legislativo, puntualmente en el caso del diputado provincial. 

El dirigente que mantuvo un romance con Vicky Xipolitakis fustigó la liviandad para hablar de la vida privada de los políticos, y argumentó que si una persona es "garca" en su casa, también lo es en la función pública.