La mefedrona, la metanfetamina y el gamma hidroxibutirato (GHB) o gamma butirolactona (GBL) son las drogas utilizadas, muchas veces combinadas con alcohol, para potenciar la experiencia sexual y esta mezcla es la que se conoce como "chemsex"- chemical sex- sexo químico. 

El temor ya está asentado en médicos de Gran Bretaña y España que ven cómo se disparó el consumo de drogas en la comunidad gay; incluso un estudio reveló que los homosexuales son tres veces más proclives al consumo de drogas que los heterosexuales. 

Según informó la BBC, la clínica pionera en salud sexual de Londres atiende aproximadamente unos 3.000 hombres homosexuales que practican el chemsex. Incluso el British Medical Journal (La Revista Médica Británica) editorializó respecto de lanzar un alerta en la salud pública. 

"El problema está más extendido de lo que la gente cree y está aumentando. Está aumentando porque las drogas son baratas y están en todos lados. En pocos minutos en Grindr (aplicación de citas para homosexuales), en Vauxhall o Soho, uno puede encontrar a alguien que está vendiendo o buscándolas", alerta Hendron un abogado que vio arruinada su carrera tras perder a su pareja practicando chemsex.