Los vuelos de cabotaje comenzarán a operar a partir de la segunda quincena de julio, con servicios entre provincias y también desde y hacia Buenos Aires y en esa primera etapa todas las operaciones estarán concentradas en el aeropuerto internacional de Ezeiza.

Así lo aseguraron a la agencia oficial Télam fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación, que precisaron que se operará desde Ezeiza debido a que el Aeroparque Jorge Newbery estará cerrado por obras y El Palomar mantiene su situación de indefinición.

“Estamos elaborando un cronograma con Aerolíneas Argentinas que procuraremos validar mañana (por el viernes) con el Ministerio de Salud para la realización de vuelos regulares semanales, que no tendrán las frecuencias de la normalidad pre pandemia, pero la idea es contar con entre 32 y 38 vuelos semanales”, detallaron las fuentes.

Tras señalar que la apertura no solo será para AA sino “para todas las compañías”, explicaron que “en esta etapa todos los vuelos operarán desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, debido a que Aeroparque aún estará cerrado por obras y en El Palomar tenemos una situación aún no resuelta”.

Con relación a El Palomar, en el Ministerio no ven como “razonable” que coexistan tres aeropuertos para Buenos Aires, ya que, si bien admitieron que en cuanto a infraestructura logística es conveniente debido a la conectividad por ferrocarril, en cuanto a lo que tiene que ver con la operación aérea es negativo”.

Sobre la situación de las compañías de bajo costo que estaban operando en esa localidad del conurbano y la diferencia de costos operativos entre esa estación aérea y Ezeiza, apuntaron que están “estudiando conformar un sector low cost en Ezeiza, con costos operativos similares a los de El Palomar".

Ratificaron además que habrá “un solo protocolo de seguridad para todas las aerolíneas”, algo sobre lo cual “Aerolíneas Argentinas ya ha avanzado mucho, ya que lo está poniendo en práctica con sus vuelos especiales y que brinda seguridad al pasajero”.

En ese sentido advirtieron que, dentro de este protocolo, está contemplado que la capacidad de los aviones se ocupe en hasta un 70 por ciento, para lo cual están trabajando con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), para su implementación.

“De cualquier manera -señalaron-, no consideramos que, en esta primera etapa de la reapertura, los viajeros alcancen ese porcentaje, ya que la gente tendrá que recuperar la confianza en volar y para eso debemos seguir trabajando con las aerolíneas, con los prestatarios de los aeropuertos para asegurar que no haya propagación del virus”.

Insistieron con la necesidad de ir analizando la situación a medida en que se va avanzando en los pasos previstos, porque “hoy estamos viendo cómo en Europa se está relajando la situación de a poco y suponemos que eso va a llegar también aquí en no mucho tiempo, pero no debemos apresurarnos y dar pasos seguros para evitar complicaciones”.

Finalmente se mostraron “optimistas” para que la propuesta del retorno de los vuelos de cabotaje “prospere y se cristalice en la fecha que tenemos previsto”.

Una vez que trascendió la noticia, el vicepresidente para América de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerda, manifestó su “optimismo” respecto a la reanudación de los vuelos regulares de cabotaje en Argentina.

Además especuló con la posibilidad de que “algunos corredores de vuelos internacionales se puedan concretar antes de la fecha que se ha establecido del 1 de septiembre”.

“Estamos manteniendo un diálogo permanente, abierto y muy positivo con el gobierno argentino. Nos estamos comunicando al menos una vez por semana para seguir trabajando sobre los tres temas que hemos planteado desde el comienzo de la crisis provocada por la pandemia”, detalló Cerda en una videoconferencia con periodistas latinoamericanos.