La primera emisión del año de 678 contó con la participación del sociólogo Damián Pierbattisti, quien, a partir del informe del programa, estuvo analizando la cobertura que realizaron los medios sobre el crimen de Lola Luna Chomnalez, y cómo en su desesperación por conseguir impacto, se han olvidado del respeto hacia la familia.

“Habría que pensar un protocolo de ética, o sancionar algún tipo de premisa, que la misma corporación periodística pueda darse a sí misma para evitar este tipo de comentarios”, expresó el especialista en relación al accionar mediático, y consideró: “No es solamente lo macabro, lo morboso, lo payasesco en cuanto a la posibilidad de recrear una situación sobre la cual no se tiene mucha información, sino cómo de alguna manera, hay una suerte de terror vinculado sobre el ejercicio de violencia sobre el cuerpo”.

“Cuando los medios se ocupan de construir situaciones de terror o reactualización de un terror en el que tuvieron injerencia, como fue la complicidad abierta de Clarín y La Nación en el genocidio, se trata de un terror de otras características”, añadió Pierbattisti.

Por su parte, el invitado de 678 explicó que “si hay algo que articula una dimensión con la otra, es el hecho de cómo lo que pueda llegar a ocurrir entre cierta autonomía de los sujetos, está directamente vinculado con una situación en donde se opera una suerte de riesgo sobre la vida”.

“Hay algo muy escabroso que habría que pensar, cómo se pueden articular esos dos niveles donde, si hay algo que queda siempre manifiesto, es una suerte amenaza que se cristaliza con este tipo de eventos macabros, y que parecería que cuanto más se escenifica ese terror, más hondo puede llegar a calar en una sociedad en donde el terror se mantiene vivo”, sostuvo Pierbattisti.

“No deja de sorprenderme la extrema obediencia que una parte de la ciudadanía tiene con este tipo de miserables, en donde directamente se meten dentro de un auto para acceder a una nota”, disparó el sociólogo, ejemplificando sobre el caso de un notero de TN, y concluyó: “No es algo que sea deseable de ver, por la víctima, por la familia, por los amigos”.