Se llama Pablo Lloveras, tiene 27 años y el 6 de marzo viajó a España, cuando la pandemia de coronavirus ya hacía estragos en la península ibérica y en el resto de Europa.

Regresó en un vuelo especial y lo alojaron en un hotel porteño donde hace la cuarentena.

Sin embargo, el joven que está con su novia presentó amargas y públicas protestas porque en el hotel donde está alojado le dejan la comida en el pasillo y encima ni le preguntaron si la pareja era vegetariana...

"La comida literalmente la dejan en la alfombra del pasillo, un pasillo común que da a siete habitaciones. La cena de anoche nos llegó a las 11.30 de la noche", se lamentó por A24 desde su cómoda habitación cuatro estrellas.