Según confirmaron dos altas fuentes oficiales del Central, Vanoli también hará públicos documentos que permitirán a la justicia investigar la trama espuria del endeudamiento externo que se impulsó desde el BCRA con el fin de beneficiar a grandes grupos económicos locales y extranjeros en detrimento del Estado argentino.

En total, se trata de una decena de actas secretas clave que se conocerán este miércoles en el marco la jornada de debate denominada "Los Derechos Humanos a la luz de las transformaciones económicas y financieras", cuyo cierre estará a cargo, justamente, de Vanoli.

Además, según informa Tiempo Argentino, alguna de las actas podría poner sobre el tapete las decisiones que se tomaron para favorecer "las apropiaciones indebidas" de propiedades y entidades financieras por parte de personeros del régimen militar en perjuicio de empresarios y banqueros que se opusieron a la última dictadura.

Las fuentes consultadas evitaron ofrecer más precisiones de la presentación del miércoles para no restarle contenido a un anuncio histórico que podría, incluso, contar con la presencia (no confirmada) de la presidenta Cristina Kirchner.

En el BCRA explicaron que este anuncio se inscribe en la nueva política de la entidad, que apunta a realizar una "revisión integral de lo ocurrido con el propósito de contribuir a la memoria y colaborar con la justicia".

El objetivo de la dupla conformada por Vanoli y su vicepresidente Pedro Biscay es replicar en el BCRA el trabajo realizado por la Comisión Nacional de Valores, que favoreció una serie de iniciativas conjuntas con la Secretaría de Derechos Humanos para hurgar en la participación de la Comisión de Valores en delitos económicos asociados al terrorismo de Estado que, por ejemplo, dieron pie a la causa por la compra-venta de Papel Prensa.

Vanoli le confirió al Central un perfil definido, orientado esencialmente a mejorar los controles y consolidar su rol de apoyo al sector productivo, contrario a la histórica postura del BCRA, que siempre ha sido controlado por hombres proestablisment para facilitar los negocios de los grupos financieros.

En este marco, se inscribe la decisión de las nuevas autoridades del Banco Central de desclasificar las actas secretas que hasta ahora mantenía en la más absoluta de las tinieblas la poderosa Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, un organismo autárquico del Banco Central, que un alto funcionario del gobierno se atrevió a calificar como los servicios de inteligencia del BCRA.

La Superintendencia de Entidades Financieras se creó al calor del neoliberalismo menemista en 1992 con la modificación de la Carta Orgánica que propugnó Domingo Cavallo.

Este órgano tiene carácter de "desconcentrado" y depende directamente del presidente del Banco Central, aunque mantiene su propia administración en manos del superintendente, el vicesuperintendente y de los subgerentes generales.

Sin embargo, en los hechos, la Superintendencia de Entidades Financieras siempre estuvo dominada por las principales entidades del sistema. La importancia de este organismo reside en que maneja información de primera mano que deben enviar los propios bancos y que tiene los resortes del control y supervisión.

Desde que Biscay fue designado por Vanoli, el Poder Ejecutivo alcanzó, por primera vez, el control de la Superintendencia de Entidades Financieras, y consiguió el expertise necesario para abortar los intentos de corridas cambiarias que siempre condicionaron a los gobiernos democráticos.

Además, ahora logró desclasificar los archivos secretos que pueden mostrar el costado oscuro de la historia económica y financiera de la Argentina, que tuvo como epicentro al Banco Central.