Leonardo Cositorto, con prisión preventiva en la causa en que se lo investiga por encabezar una estafa con tintes entre Ponzi y piramidales, sigue haciendo de las suyas. Esta vez la estafa fue así: allegados al falso empresario realizaron una colecta para pagar su fianza. Pero la Justicia le negó ese pedido ante el posible riesgo de fuga del detenido. Es decir, Cositorto no sale de la cana ni pagando. 

Sus secuaces de Generación Zoe lo hicieron a través de WhatsApp y Telegram, con audios y otras estrategias, y su gente -en el país y latinoamérica- volvió a creerles. Tanto que recaudaron unos 200 mil dólares, más de la mitad de lo que dijeron necesitar para conseguir la supuesta libertad de Cositorto.

Su situación judicial 

Cositorto está detenido hace cien día por estafa y es investigado por la fiscalía cordobesa de Villa María. Su captura internacional, porque permanecía prófugo en República Dominicana, se precipitó a partir del colapso del holding empresarial Generación Zoe.

Con presencia en 73 ciudades e inversores de al menos 21 países, la investigación atraviesa varias jurisdicciones, con el propósito de saber el destino del dinero de aquellos a quienes se les prometieron retornos en dólares que arrancaban en un 7,5 por ciento mensual.