Jennifer Bricker fue abandonada en un hospital apenas nació, sin embargo una pareja decidió criarla junto con sus tres hijos y enseñarle que a pesar de no tener piernas ella era capaz de lograr lo que deseara.

Desde muy pequeña Jennifer demostró su amor por la gimnasia y su idolatría por la atleta Moceanu. Quien luego terminaría siendo su hermana.

Una verdadera historia emocionante y que parece salida de una película de Hollywood.