"Nos rendimos y bajamos los brazos, sabiendo que fuimos ninguneados, pero con el gusto de saber también que el mismo presidente Mauricio Macri tiene una de nuestras pelotas de adorno en su oficina. Lamentablemente contemplarla no le ha servido para nada", reveló Mariano Privitera en un posteo en redes sociales.

Se trata del dueño de la fábrica de pelotas Priball, ubicada en Córdoba, quien reconoció que la empresa quedó al borde del cierre, con 50 personas a punto de perder su empleo, después del nuevo golpe de gracia que significa una nueva campaña en las estaciones de la petrolera argentina.

“Esa promoción nos devastó. Hace tiempo que lidiamos con la competencia desleal de pelotas importadas de contrabando, por ejemplo. Y también con gigantes como Adidas. Siempre pudimos vender nuestros productos, que son de mejor calidad en muchos casos porque su fabricación es manual”, explicó Privitera sobre la campaña "Verano perfecto" con la cual con un sistema de puntos la carga de combustible tiene como obsequio a bajo costo una pelota importada desde China.

La primera campaña de YPF fue en 2017 y también utilizó balones chinos, pero ahora tienen la excusa de que la licitación de productores nacionales no tuvo éxito por la imposibilidad de competir "con los estándares de calidad, precio y rapidez en la producción".

"De los creadores de "Con el dolar a 39 vamos a ser mas competitivos" y "vamos a convertirnos en el supermercado del mundo" Llega directo desde China, las nuevas pelotas de nuestra petrolera "nacional" #YPF. Que generoso es mi país", ironizó Privitera.