Silvia Pereyra, una peluquera de 59 años, fue asesinada a puñaladas en su casa de la localidad bonaerense de Chacabuco  y se investiga si se trató de un femicidio o fue en el contexto de un robo.

El crimen ocurrió el sábado al mediodía en una propiedad de la calle Agustín Roca del barrio Ubaldo Martínez de esa localidad, a unos 200 kilómetros de Capital Federal. La víctima estaba chateando con su hija de 31 años a través de WhatsApp, cuando abruptamente dejó de contestar.

La mujer se preocupó ante el silencio repentino de su madre y se dirigió hasta su casa, donde la encontró tirada en el piso cubierta en sangre, según informaron a la agencia Télam fuentes judiciales y policiales. El cuerpo tenía al menos tres heridas de arma blanca en la espalda y el pecho.

La hija alertó a la policía, que inició una investigación para dar con el asesino. El primer detenido fue un hombre de unos 60 años que fue visto merodeando la casa pero fue liberado por falta de pruebas, aunque continúa siendo investigado.

Si bien aún no está claro el móvil del crimen, los investigadores no descartan tres hipótesis: de que se trate de un femicidio, un intento de abuso sexual o un asalto.

Según informaron, se debe a que la mujer contaba en ese momento con una suma de dinero que cobraba por el alquiler de unos departamentos cerca de su casa y creen que esa plata podría ser el botín que buscaban sus agresores.

Luego de varios allanamientos, la policía dio con un inquilino de la mujer asesinada, Cristian Candia Guerrero, un joven de 19 años que quedó detenido luego de que se le encontrara en el departamento donde vivía, una cuchilla con sangre, un celular y una notebook que pertenecían a Pereyra. 

La causa, caratulada por el momento como "homicidio criminis causa", quedó en manos del fiscal Daniel Nicolai, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 descentralizada de Chacabuco, el departamento judicial Junín, y se esperan los resultados de la autopsia correspondiente para determinar las causas y la hora de muerte.