El juez de la causa por el accidente ferroviario, Claudio Bonadio, denunció que existió una “tríada siniestra” entre funcionarios, empresarios y sindicalistas que apostaron a que “esto nunca iba a ocurrir”.

En el programa Inimputables, por CN23, el juez de la causa por la tragedia de Once, Claudio Bonadio, afirmó que el papel del ministro de Planificación Federal, Inversión pública y Servicios, Julio de Vido: "No tenía obligaciones operativas de control". También sostuvo: “No es un expediente, acá hay muertes, con eso no se juega”.

Por otro lado, el juez defendió el accionar de la Justicia y sostuvo que “en nuestro caso tuvimos que centrarnos en las razones del choque del tren. Hicimos pericias económicas y mecánicas. La económica la cerramos, y expusimos todo lo referido a desvíos de fondos”, relató, y agregó: “Las cuestiones mecánicas fueron también motivadas por las decisiones económicas del grupo empresario”.

Además Bonadío explicó que sobreseyó al motorman Córdoba porque “lo subieron a un lugar al que no tendría que haber estado. La pregunta es qué hacía en la conducción de ese tren un chico de 25 años, con dos años de experiencia, con un tren absolutamente cargado, de la década del '60 y al que le faltaban dos compresores”.

Respecto a eso, señaló la responsabilidad del gremio sobre los recambios de los maquinistas. “Había una suerte de corruptela institucional, acordada en paritarias con la empresa y una tríada siniestra entre empresarios, funcionarios y sindicalistas”, denunció.

Para finalizar, el juez aseguró que “no hay ninguna duda de que los frenos funcionaron, eso quedó demostrado en las pericias. La pregunta es qué pasó en los últimos trescientos metros, ya que no hay ninguna reducción de velocidad. Córdoba dice que el tren no frenó. Es probable que haya tenido un problema de recuperación de presión en el sistema y frenó muy sobre el golpe. En el GPS hay una disminución de velocidad muy sobre el golpe. Creo de 21 kilómetros lo baja a 10, que es la velocidad a la que chocó”, concluyó.