A veces para tener perspectiva es conveniente tomar distancia. Por eso es que luego de algunos días de la agresión por parte de un fiscal a una periodista, sus compañeros expresaron sus sensaciones al revivir ese olvidable episodio.

La misma agredida contó sus sensaciones, analizó sus reacciones y hasta celebró no haber escuchado todas las agresiones porque de haber sido así hubiera reaccionado aún más vehementemente.

El resto de sus compañeros reaccionaron con incredulidad y bronca de que un hombre de la justicia se comporte de esa manera y todos dejaron en claro que este tipo de situaciones no pueden volver a repetirse.