Los investigadores de la División Homicidios de la Policía Federal y encargados de la pesquisa sobre la muerte del financista Mariano Benedit allanaron una oficina en el microcentro porteño donde trabajaba allí la víctima. En dicho lugar funcionaba lo que los peritos creen que es una “cueva financiera”.

El socio de Benedit fue quien entregó las llaves. Al parecer, cuando la fuerza policial ingresó al lugar alguien ya había sacado algunas computadoras. “Nos dejaron sólo los teclados de las PC. Las computadoras no estaban”, dijo a Télam uno de los investigadores.

Dicha fuente también indicó que en ese sitio se solían comprar y vender dólares y además se cambiaban cheques.