Si bien hay algunos que se alegran al escuchar las amenazas que les dedicó un recluso del Melchor Romero al grupo de rugbiers que asesinó a Fernando Báez Sosa, no es más que la demostración de un deseo de venganza que excede el concepto de Justicia.

Lo más inentendible es que Crónica haya decidido sacar al aire a un preso sin identificación que no hizo más que adelantar que los iban a violar, tratarlos “como mujeres”, y golpearlos, y asegurar que los agentes del servicio penitenciario les iban a dar vía libre para poder hacerlo.