Ahora que volvimos al mundo, es lógico que –al menos en la capital de los argentinos– estemos a tono con las últimas tendencias, y una de ellas es el uso de los fabulosos monopatines a motor de uso compartido.

Muy pronto, según anunció el subsecretario de Tránsito y Transporte de la Ciudad, las bicis quedarán atrás y veremos a los porteños ir de acá para allá con este maravilloso medio de transporte con el que podremos ir a trabajar o a comprar los increíbles “productos esenciales”.

En julio próximo, unas mil unidades del monopatín llegarán a nuestro país y empezarán a rodar por las calles de la Ciudad, convenciéndonos de que estamos en Amsterdam o Moscú, donde dicen que reina el transporte alternativo.

Todo comenzará con una prueba piloto para luego concesionar el servicio, como corresponde, eligiendo entre las tres las empresas que ya se presentaron para participar en un negocio que, diríamos con seguridad, brindará pingües ganancias desde diciembre.

Es que, a diferencia de lo que ocurre con las bicicletas amarillas, los monopatines a motor no serán gratuitos: habrá que desembolsar 25 pesos para desbloquearlos y entre 6 y 8 pesos el minuto, según la demanda.

Con lo genial que nos va a los argentinos y teniendo en cuenta que saldrá unos 100 pesos por usarlo 20 cuadras, es dable suponer que la demanda no tendrá límites…