Julieta Mena, de 23 años, fue hallada muerta en su casa, en Ramos Mejía, donde vivía con su novio, Marcos Andrés Mansilla, quien luego de estar prófugo señaló que no cometió el ataque y que la encontró muerta en la vivienda.

Marcela, la madre de la víctima, exclamó: "No sabíamos que Julieta estaba embarazada y evidentemente Juli no pretendía abortar a esa criatura. Además de eso ¿matarla y saber que estás matando a tu propio hijo?".

La mujer presentó a la justicia el celular de Julieta en el que podían escucharse  audios y conversaciones con Marcos Mansilla, único detenido por el caso, acusado de haberla matado a golpes de puño con un embarazo de dos meses.

Ante el fiscal, Mansilla declaró que encontró muerta a Julieta cuando llegó al hogar que compartían y que escapó del lugar "no porque era el homicida sino porque se asustó".

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