Lo primero que hay que decir es que no está previsto que nos quedemos sin internet. Las empresas adelantaron que ese escenario no aparece en el horizonte.

Y si tomamos el ejemplo de lo que ocurre en Europa, las empresas prestadoras de servicio pueden bajar la calidad para garantizar el abastecimiento para todos.

Un motivo menos para preocuparse si la cuarentena se extiende.