Tomaste ayer, festejaste y hoy te repetís una y otra vez que no vas a volver a toma así. Como si con eso fuera suficiente hay un dato más que puede incrementarte el dolor de cabeza. Varias encuestas sugieren que el 25% de las personas son inmunes al exceso de copas. Si, como lo lees, se levantan frescos como una lechuga.

Pero para entender, porqué algunos si y otros no, es importante primero saber qué es una resaca y porqué se genera. Hasta hace poco se creía que la principal culpable era la deshidratación. Sin embargo el problema parece residir en la química de las bebidas, indica un artículo de la BBC.

El proceso de fermentación del alcohol genera también residuos tóxicos. Son los que proveen a las bebidas de un tono más oscuro. Esto explicaría por qué el whisky causa una resaca peor que el vodka. Por eso quienes dicen que mezclar bebidas es una pésima idea, si señor, tienen mucha razón.

Estos dos nombres no son muy famosos, pero deberían serlo, porque la bebida se transforma en acetaldehído y después en acetato y justamente son estas sustancias producto del metabolismo del alcohol las que causan las náuseas, los sudores y el pulso acelerado típicos de las resacas.

Pero volviendo al principio porqué algunos son tan afortunados y no padecen este tremendo mal un primero de año. Al parecer, indica el mismo artículo de la BBC, hay estudios que apuntan a un rasgo genético. Pero hay otros que también culpan a la personalidad. ¿Sos algo nervioso? perdiste.

Un estudio descubrió que las personas neuróticas tienden a sufrir más resaca que aquellas que tienen un carácter relajado. Aunque también hay otras investigaciones que hablan no de las cantidades, sino de la forma de tomarlas. Hacerlo de a poco, es clave.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que en los casos de los volúmenes de consumo similares, al menos el 80% de las personas "resistentes a las resacas" bebió de forma moderada y la concentración de alcohol en su sangre nunca pasó de 0,1 gramo por litro.