El genial artista que se destacó, entre otras cosas por envolver con tela edificios emblemáticos como el Reichstag de Berlín (hoy sede del Parlamento alemán) y el Pont Neuf de París, entre otros, falleció por causas naturales a los 84 años en Nueva York y se convirtió en tendencia de búsqueda en Google por lo que quisieron averiguar más sobre su obra.

"Es totalmente irracional y sin sentido", dijo una vez el artista búlgaro-estadounidense del embalaje sobre sus obras.

Pero la belleza de sus edificios y paisajes transformados en objetos abstractos fascinó a millones. Con sus instalaciones monumentales, Christo le dio al mundo una nueva mirada.

El artista había estado trabajando en los últimos tiempos en su estudio de Nueva York para cubrir el arco del triunfo parisino, como dijo en su última entrevista, a mediados de abril. Debería haber sido su "momento culminante del año", pero tuvo que ser pospuesto hasta 2021 debido a la pandemia de coronavirus y ya no será posible, al menos en manos del artista. 

Entre los más famosos de sus proyectos realizados en todo el planeta se encuentran las puertas de entrada de color azafrán del Central Park de Nueva York, las pasarelas flotantes cubiertas de tela de nylon sobre el agua del lago Iseo en Lombardía, así como el Reichstag de Berlín, que fue envuelto en 1995, y el Pont Neuf envuelto en París.

Las instalaciones, algunas de las cuales eran visibles desde muchos kilómetros de distancia, como la "Cortina del Valle" en Colorado o los parasoles gigantes amarillos y azules en Japón y California, fueron creadas como un equipo por Christo con Jeanne-Claude. Desde la década de 1990 hasta la muerte de ella actuaron siempre a dúo. Jeanne-Claude, que había nacido en Casablanca el mismo día que Christo, murió en 2009 en Nueva York a la edad de 74 años de una hemorragia cerebral.

"Jeanne-Claude y yo hacemos estas cosas por nosotros mismos", dijo el artista del pelo crespo blanco. 

El matrimonio de ambos era también el del socialismo y el capitalismo: Christo, de formación marxista en Bulgaria, no aceptaba dinero de patrocinadores ni subsidios estatales. Solo pudo realizar su arte gratuito para millones de personas gracias al espíritu empresarial de su esposa.

En 2005, rechazaron la oferta de un financista de 50 millones de dólares para comprar las 7.500 puertas naranjas y las telas del Central Park. Se dice que Christo dijo en respuesta a la oferta: "No los vendería ni por 100 millones."

En Alemania se hizo inolvidable su obra sobre el Reichstag de Berlín, el histórico edificio del Parlamento, envuelto en tela de plata y atado con cuerdas azules. El espectáculo de dos semanas en junio de 1995 con el Reichstag empaquetado como regalo brillante simbolizó de alguna manera el nuevo comienzo de la Alemania reunificada, fue una fiesta de verano conmemorativa de la caída del Muro.