La ley -que se votó por unanimidad en el Congreso- puso en marcha un programa nacional para la investigación del uso medicinal de la planta. Pero, todavía no llega a las manos de quienes lo necesitan. 

Hace solo cuestión de meses, también se fijaron las condiciones para la producción en invernaderos. De hecho, autorizaron el primer centro para elaborar cannabis medicinal en Jujuy, a cargo del hijo del gobernador Gerardo Morales. 

Pero según la Anmat (que lleva el Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis), aseguran que los tiempos de producción llevarán unos 18 meses hasta que los pacientes puedan tener el aceite en sus manos. 

Más allá de la ley, la Anmat solo autorizó a su consumo a aquellos que sufren epilepsia refractaria con prescripción médica. Aunque hay muchos otros que todavía permanecen desamparados, y de esta manera, alimentan a un mercado negro creciente. 

Mientras tanto, en Jujuy todavía están en "prueba piloto" y llevará mucho tiempo. Así lo aseguró a La Nación, Diego Sarasola, director del Programa Nacional, quien habló sobre los ensayos clínicos que se hicieron con chicos con epilepsia en el Garrahan; y comentó sobre otros para adultos que se realizarán en el hospital El Cruce de Florencio Varela. 

El funcionario admite que la importación de aceite "lleva tiempo" y que los productos que se venden en el mercado informal no tienen garantías de calidad. 

"Se está vendiendo lo que se les ocurra en el mercado negro; necesitamos que alguien se apiade de nosotros y amplíen no sólo el número de enfermedades, sino que autoricen el autocultivo", expresó Mónica Rodríguez, una tucumana madre de un nene de 12 años que padece de autismo.