Siglos y siglos de estudios en la medicina no pueden dar explicación a este hecho, ocurrido en Australia, del cual ya se habla en el mundo como un verdadero milagro.

Kate y David asistieron a la sala de parto para dar a luz a dos mellizos. Pero hubo complicaciones con el segundo, y los médicos le informaron sobre la trágica noticia: la criatura no había sobrevivido.

Pero a Kate no le importó y le pidió al médico que le de a su bebé, al cual lo apoyó sobre su pecho porque lo sentía frío, le dio calor y comenzó a hablarle. Allí, increíblemente, reaccionó.

Esto dijo su madre: "Tomé el bebé del doctor, lo desenvolví, le ordené a David que se sacara toda la ropa y que se subiera a la cama conmigo porque quería todo el calor corporal sobre él. Estaba frío y quería que estuviera tibio y vivo. Pusimos su piel contra mi piel y luego simplemente lo sostuve. Puse su cabeza sobre mi corazón para que escuchara mis latidos. Lloramos y lloramos. Le dijimos que tenía una hermana y que se llamaba Emily. Que ella estaba bien y que él tenía que cuidarla. Le dijimos que teníamos grandes planes para él y le hablamos de toda su familia. Y él se empezó a mover".