Una encrucijada fuerte. Por suerte para ella, la panelista de DDD pudo zafar aunque tuvo que volver a desmentir un rumor que la persiguió durante muchos años en su carrera profesional.

Más allá del periodismo, Gisela reconoció que también le provocó preguntas incómodas de parte de los novios posteriores. De todas maneras, su sospecha era bastante lógica debido a la desagradable imagen que provocaba en su imaginación.