En declaraciones a la salida de su llegada a los tribunales de Esquel, el perito informático Ariel Garbarz reveló que gracias al entrecruzamiento de datos de geolocalización de la última activación del celular de Santiago -tal como indicó el testigo Ariel Garzi, quien llamó al celular el 2 de agosto a las 15.34, cuando alguien atendió, pero no contestó durante 22 segundos- es posible establecer la ubicación y los celulares que estaban en ese lugar, lo que aportaría datos de más testigos y posibles sospechosos de encubrir los hechos.

A pesar de la importancia de la información, tanto la fiscal Silvina Ávila como el juez Guido Otranto, se negaron a recibirlo este lunes: "En más de 20 años de perito es la primera vez que se niega un derecho a la querella y obstruyen la posibilidad de que me acepten como perito de parte", expresó Garbarz con indignación.

"Alguien atendió el celular, los celulares no se atienden solos. Puede ser Santiago o puede ser otra persona. Estaba en un área que solamente se la voy a informar al juez oralmente, no quiero que quede en el expediente, porque personas relacionadas a la desaparición pueden obstruir medidas", advirtió el perito sobre la confidencialidad de los datos.

En una serie de tuits, Garbarz habló sobre la presentación de la Comisión por la Memoria que confirma su elección como perito, así como el reclamo del Defensor Federal de Esquel, para que el juez pida a Movistar los datos de la nómina, a partir de la investigación que propone el especialista de la Universidad Tecnológica Nacional.