El mundo de las redes sociales es, al menos, contradictorio. Se trata de sitios cuyo crecimiento fue exponencial en un corto período de tiempo pero que también deben mucho a la volatilidad de la Internet: lo que hoy es furor (como lo supo ser MySpace) mañana puede ser historia…

Y todas las redes, como todas las novedades y las modas, parecen estar condenadas a esa lógica implacable. Alguna, como Twitter, comienza a dar señales de senectud.

En efecto, en lo que respecta a la Argentina, la red de los 140 caracteres parece no responder a las necesidades de los usuarios que supieron ubicarla entre las líderes; hoy apenas se ubica en el 19° lugar entre las más usadas por los argentinos.

Según un relevamiento de ComScore, Twitter cuenta en nuestro país con 7,2 millones de usuarios únicos, al menos hasta junio último; ello pone a la red del pajarito por detrás de otros sitios, como Taringa y MSN.

Pero la ‘crisis’ de Twitter tiene escala mundial: pierde usuarios y pierde dinero a escala planetaria. En concreto, durante los primeros seis meses de este año registró pérdidas por 178 millones de dólares, algo menos que los 187 millones en rojo del mismo período del año pasado.

¿La solución ante tanto rojo en las cuentas? Vender tuits: un sistema de suscripción pago –que se encuentra en fase beta– para que tanto particulares como empresas puedan ampliar el alcance de sus mensajes sin tener que recurrir a campañas publicitarias.

Se verá…