Puede ser un problema generacional y no entender como funcionan los memes, o quizás la falta de costumbre de entrar a las redes sociales. 

A pesar de que se trata de un burdo trabajo de photoshop y cualquier adolescente mínimamente avispado diría que es claro que se trata de un montaje, Nelson Castro no pudo con su genio y pasó vergüenza.

Sin dudar de la veracidad de la foto y sosteniendo con aire sobrador que tiene el dato de una supuesta fuente que le pasó el informe revelador, sostuvo que se trataba...de un oso amaestrado.