El que tiene plata hace lo que quiere, dice el refrán y Javier Milei quiere hacerlo una realidad concreta. Yendo mucho más allá de lo que cualquiera podría pensar y dotando de contenido simbólico lo que antes era considerado aberrante, el líder libertario fue corriendo los límites de la discusión.

Tanto lo hizo que consiguió que Edi Zunino y Marcela Pagano terminaran relativizando los efectos de la venta de órganos y, llevados aun más allá en una hipótesis de laboratorio, justificaran la compra y venta de bebés, amparándose en las dificultades que encuentran las familias para adoptar.

El debate creció hasta un punto en el que varios panelistas, -entre ellos Rosario Ayerdi que es quien puso un llamado de atención sobre la falta de cordura de estas propuestas-, saltaran a cruzarlos.