Desde el abrupto viraje editorial del canal de La Nación, que se dio cuenta tarde de que el engendro que habian inventado había crecido tanto que le ganó a sus propios candidatos, que no se veía a Viviana Canosa diciendo algo medianamente lógico.

Las conductoras mostraron el video de una comerciante que se hizo viral por decir que no pensaba respetar los derechos humanos si alguien entraba a saquear a su local y que era capaz de matar.

En otro momento ambas conductoras se hubieran hecho una panzada hablando de inseguridad, del derecho a armarse y ese tipo de barrabasadas de derecha, pero ahora que Javier Milei pasó de ser la gran esperanza a convertirse en un ser desquiciado y peligroso, el discurso también cambió radicalmente.

Por suerte.