Más allá de criticar e insultar al gobierno Alfredo Casero se muestra muy alterado. Tanto que hasta el mismo Luis Majul mostró cara de preocupación mientras el discurso del tipo que supo hacer reír a generaciones hasta que se volcó a la política activa iba poniéndose más intenso.

Y tan intenso fue que ni siquiera quedó claro el concepto que quiso explicar.

Casero tiene el insulto fácil y lo que antes hacía reír ahora da pena. Y le volvió a caer fuerte la periodismo por no darse cuenta de no se qué cosas. Pena y preocupación.