El diputado José Luis Espert confirmó que vive muy lejos de la realidad de los argentinos a los que representa.

Mientras muchos tuvieron que comenzar a comer salteado porque ya no alcanza para cuatro comidas diarias o tuvieron que dejar de pagar la prepaga porque simplemente ya no está más a su alcance, el diputado confirmó él también se ajustó y en lugar de salir a cenar con su mujer viernes, sábado y domingo ahora lo hace un sola vez por semana.

Pero como si esto fuera poco el diputado tuvo que hacer el esfuerzo de dejar de comprar leche premium para comprar leche común, esa que la mayoría de los argentinos ya no le puede dar a sus hijos.

Y, aunque parezca broma, Espert redobló la apuesta y aseguró que si a uno de sus hijos ya le queda chico un calzoncillo se lo pasa al hermano, cosa que la mayoría del país hace desde siempre, incluso dentro de la clase media y hasta algunos de clase alta. 

El tipo evidentemente vive muy lejos de la realidad de los ciudadanos que están al borde del colapso.