A pesar de que tratan de manejarse lejos de los extremos de 'la grieta', e incluso ser los artífices del concepto de 'Corea del centro', poco pudieron hacer para evitar matarse de risa ante el exabrupto de Luis Majul. 

Para Ernesto Tenembaum y Reynaldo Sietecase la evaluación de Majul de autoadjudicarse un premio Pullitzer raya lo más cercano al humor involuntario al que podría llegarse.