No es propio del espacio, que ahora parece aggiornarse al uso habitual de la política argentina. Impensado en tiempos donde Jorge Altamira bajaba línea y se acataba su mirada, ahora no solo hay internas dentro del FIT -incluso hay dos sectores más que van por afuera, el de Manuela Castañeira y el del propio Altamira- sino que esta se empieza a jugar con las chicanas habituales.

Gabriel Solano sacudió a Myriam Bregman acusándola de no acompañar al movimiento piquetero ni condenar a Cristina Kirchner por actos de corrupción durante su gobierno, lo que dio pie a que desde el otro bando de la interna le respondieran con videos probatorios y lo expusieran como mentiroso.