Si algo le faltaba a la administración de Alberto Fernández es terminar su mandato peleándose con Sergio Massa después de haberlo hecho con Cristina Fernández.

Si la idea en 2019 fue poner a un hombre de diálogo y consenso, el resultado fue diametralmente contrario, ya que el Presidente vivió de interna en interna, nunca pudo recomponer la relación con el kirchnerismo y, por lo que cuenta Iván Schargrodsky, aguijonea constantemente la gestión del ministro de Economía.

Por lo que se desprende de sus palabras, a las dificultades propias del endeudamiento, la sequía y la inflación descontrolada, el Gobierno le sumó el fuego amigo.