Cuando los comunicadores de los distintos espacios políticos quieren enviar un mensaje a los jóvenes no paran de hacer papelones. Tomándolos como idiotas y creyendo que poniendo emojis alcanza, no conectan con un electorado que lo único que quiere es propuestas por sus preocupaciones cotidianas.

Dentro de esta lógica, no se sabe si fue una idea del equipo de comunicación tratando de empatizar con ese electorado joven a través de TikTok o un desliz que ocurrió sin pensar demasiado, lo que quiso ser un gesto simpático en la campaña del Jefe de Gobierno de la Ciudad terminó siendo repudiado hasta por el candidato libertario.