Tal vez lo más triste del caso es que la entrevista la viraliza la propia gente de Marra, como si aportara algo a la campaña.

Pero lo cierto es que para dar una entrevista con esa actitud hubiera sido mejor no darla. La periodista, claramente de un medio chico, trataba de ponerle onda a las preguntas pero las respuestas siempre llegaban con una levantada de hombros, como demostrando desinterés.

Nada de lo que dijo Marra quedará en el espectador que no puede hacer otra cosa que fijarse en el desgano del candidato.

Se puede entender que Marra ya esté cansado a pesar de que todavía la campaña real no ha comenzado o tal vez ya se dio cuenta de que sin importar lo que diga o haga no tiene ninguna chance de ser Jefe de gobierno de la Ciudad.