Una resolución publicada en el Boletín Oficial da cuenta del otorgamiento de un aumento en el salario de las Fuerzas Armadas, de manera extraordinaria, es decir un adicional a los incrementos anuales ya pactados.

Mientras las negociaciones salariales con los docentes están estancadas en torno al 19%, la disposición del del ministerio de Defensa contempla un aumento de entre 9 y 14 por ciento para los militares, teniendo en cuenta que en 2016 su sueldo había recibido un 31 por ciento de aumento.

Según las jerarquizaciones varían las subas, de acuerdo al documento firmado por el ministro de Defensa, Julio Martínez. Pero además, en pocos meses -junio- estas remuneraciones volverán a ser retocadas.

En tres meses más, la actualización anual planificada para el conjunto de los empleados de la administración pública nacional significara un nuevo beneficio para los altos mandos de 14,5%, mientras que los marineros y cabos percibirán un refuerzo de entre el 9 y el 10%. En el medio habrá incrementos del 12,7% y del 14,2% dependiendo el rango.

Según publicó Tiempo Argentino, este incentivo se da cuando desde el Gobierno intentan otorgar más atribuciones en seguridad interna a las Fuerzas Armadas, incluyendo lo resuelto en febrero: una autorización al Ejército a realizar tareas de espionaje interno, algo terminantemente prohibido en las Leyes de Defensa y Seguridad Interior.  

A través de decisiones como ésta, es indudable que las prioridades de Mauricio Macri están más asociadas a la militarización de las calles, antes que dedicarse a mejorar tanto la calidad como la continuidad de la educación pública en nuestro país.