El secretario general de Smata, Ricardo Pignanelli, dijo que lo que ocurre en Gestamp es un “conflicto pluripersonal” y que “no tiene sentido” el reciente llamado a conciliación obligatoria del ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, si no incluye un pedido a la justicia para que intervenga de inmediato.

El conflicto de Gestamp, que comenzó en abril con la suspensión de 67 operarios, se agravó esta semana cuando un grupo de nueve empleados ingresaron de noche a la fábrica y tomaron la grúa puente, impidiendo que el resto de sus compañeros pudiera continuar con la producción.

El titular del sindicato de mecánicos explicó a la agencia Télam que los 500 trabajadores de la planta ubicada en el partido de Escobar se retiraron "en resguardo de su propia seguridad, y están todos los días en la seccional de Smata esperando que se resuelva el conflicto para volver a trabajar".

En ese contexto, remarcó: "La empresa y el gobierno provincial son los que nos tienen que garantizar la seguridad, además de resolver este conflicto".

Además remarcó que Smata "no avala esta toma violenta", y denunció que se llevó a cabo "con la complicidad de algunos partidos políticos y sus dirigentes, en particular del Partido Obrero, que en lugar de estar trabajando en sus bancas para resolver los problemas, traen los problemas a las fábricas".

Y agregó: "No puede ser que nueve compañeros engañados por los cantos de sirenas de estos vivos, tengan en vilo a más de diez mil trabajadores".

En este marco, Pignanelli aclaró que "en todo momento la postura del sindicato fue preservar las fuentes de trabajo y al mismo tiempo no detener la producción, porque sabemos que eso impacta en las automotrices".