El primero en lanzar la piedra fue Pignanelli, quien culpó al Partido Obrero de desatar el conflicto en la autopartista y tratar a los trabajadores despedidos de cometer un "delito" al realizar medidas de fuerza.

Enseguida, Pitrola calificó al titular nacional de SMATA como "burócrata" por su defensa de la empresa y de lo que llamó "abandono" de los empleados que quedaron en la calle.

El mecánico salió a refutar el calificativo al afirmar que "yo soy un laburante, aunque ese hijo de puta (por Pitrola) diga que soy un burócrata".

Finalmente –al menos hasta ahora–, fue el legislador de izquierda quien dijo que el insulto de Pignanelli "habla de la calaña de esta burocracia sindical que ya perdió completamente la brújula".