Si algo le agregó la precandidatura de Juan Grabois al debate público es un giro a la izquierda dentro de un panorama donde todo está tan corrido a la derecha que Horacio Rodríguez Larreta y Sergio Massa son moderados.

Javier Milei movió las fronteras de la discusión hasta lugares impensados tiempo atrás, poniendo una negacionista declarada y defensora de la Dictadura Cívico-Militar como acompañante de fórmula.

Eso llevó a que el ala dura del PRO, encabezada por Patricia Bullrich adoptara posiciones más extremas, como las de la candidata, que frente a Esteban Trebucq -el comunicador ideal para este ejercicio- se metió en un intríngulis para poner en el aire la cifra de los 30.000 desaparecidos sin sonar tan chirriante que irrite a los radicales.