Lo suyo son las armas, lo fueron cuando irrumpió en el escenario político nacional subida a los Montoneros, ese grupo guerrillero difícil de encasillar, y siguió en esa línea cuando se encargó de la Seguridad en el macrismo.

Así construyó su imagen de dura, y eso es lo que valoran quienes la apoyan. Pero se nota que cuando la llevan a otras aguas le cuesta flotar.

A pesar de los infructuosos esfuerzos de Morando y Viale, el discurso económico de Bullrich fue tan pobre que no solo no dio ninguna respuesta y se equivocó en los términos -deflación por recesión- sino que fue incapaz de articular un mínimo esbozo de lo que sería su programa antiinflacionario.