Pablo Moyano sabe muy bien qué partido juega, quiénes están en su equipo y a quiénes tendrá siempre en contra. A esos no quiere seducirlos ni convencerlos, sabe que nunca conseguirá nada y no pierde el tiempo en tratar de congraciarse.

Tanto él, como su padre y su hermano, están en la mira de los medios hegemónicos no solo por sus posiciones contrarias a las de los grupos económicos más poderosos sino porque encarnan un modelo de representación gremial que querrían que desaparezca.

Por eso les volvió a dejar en claro al Gripo Clarín y a varios de los comunicadores más renombrados de ese espacio, que no les tiene miedo.