Siempre se habla de la necesidad de que los políticos se embarren, pero Daniel Lipovetzky parece haber entendido cualquier cosa. 

El diputado provincial de JxC recogió agua de la pinchadura de un caño de la ciudad de La Plata y la llevó hasta la casa de Gobierno para que lo reciba Axel Kicillof. 

Como si realmente los problemas de los bonaerenses se redujeran a un caño pinchado que, si bien es importante repararlo, es algo habitual en cualquier ciudad del mundo y está totalmente alejado de las necesidades de la gente.