El periodista Nelson Castro, paladín del grupo Clarín, hizo un descargo delante de cámaras con respecto a la plena adecuación de la Ley de Medios Audiovisuales, a la que el grupo tiene que adaptarse y con artilugios intenta evitar. Mirando a cámara y sin incomodidades aparentes, el conductor señaló al gobierno como totalitario y a ellos, dueños de más de 260 medios en todo el país, como los plurales en la disputa.

Sin que se le mueva un pelo, Castro se quejó directo a las cámaras porque la justicia le pide que la empresa en la que trabaja se adapte a la ley sin irregularidades. Con aprietes, tapas falsas y hegemonía en el país respecto a los medios, los que abusan del poder y defienden intereses económicos del establishment, se autodeniminan plurales. Qué concepto extraño de la diversidad, ¿no?