El acto en el obelisco sólo contó principalmente con la presencia de Camioneros, quienes llegaron a la concentración con camiones de la empresa Covelia, ligada a los Moyano.

El acto estaba respaldado por un documento en el que se reclamaba contra la inseguridad como uno de los ejes principales.

"Cómo no va a haber desánimo en el pueblo. Con más inflación no habrá mayor seguridad. La pobreza hace nacer todas las inseguridades. Es urgente promover cambios posibles y necesarios", sostuvo el texto, leído durante el acto central, y que reclamó "escuchar el clamor popular".

Las centrales obreras opositoras afirmaron que "la falta de seguridad ha dejado de ser un problema del oficialismo o de la oposición" y pidieron "dar los pasos para garantizar la seguridad alimentaria, la del trabajo, la de la educación y la vivienda". Al respecto, consideraron que "si no se combate a la pobreza, ésta seguirá afectando a los millones de argentinos que conviven dentro de ella".

A excepción de la presencia del partido maoista, PCR, el acto no contó con otras fuerzas políticas ni apoyo notable de personas independientes.

Durante la marcha, el titular de la opositora CGT Azul y Blanca, deseó que el gobierno de Cristina Fernández "termine bien", aunque consideró que la situación del país "es difícil".

"Esperemos que termine bien. La situación es difícil pero vamos a ayudar a que termine el mandato", aseguró Barrionuevo, quien se comprometió a "bregar por la unidad del movimiento obrero".

En tanto, el secretario general de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, afirmó que "jamás" van a "defraudar" a los trabajadores. "Ellos saben quienes son los dirigentes que jamás los vamos a defraudar", dijo.