“Uno de los problemas de la Argentina es que no se limpia la Justicia”, afirmó Luis Moreno Ocampo, fiscal en el histórico juicio a las juntas militares que ejercieron una dictadura entre 1976 y 1983 y primer fiscal jefe de la Corte Penal Internacional.

Para graficar su información, el exfiscal recordó el escandaloso caso Simens: "Siemens confesó que pagaron sobornos a Menem y a uno de sus ministro, pero nunca los llamaron. Y ese juez está en funciones”, dijo.

En efecto, en diciembre de 2013, el magistrado Ariel Lijo disponía el procesamiento de diecisiete ejecutivos de la compañía alemana por el delito de cohecho activo, embargándolos por 500 millones de pesos. Pero no llamaba a declarar ni a Carlos Menem y al entonces ministro del Interior Carlos Corach.

Se trata del mismísimo juez Lijo que ahora tiene a su cargo la causa por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA; es decir, de la denuncia que formulara el fallecido Nisman y que apuntaba directamente a Cristina Fernández de Kirchner.

Pero Moreno Ocampo fue más allá en lo que refiere al caso Nisman: señaló directamente al exespía Antonio ‘Jaime’ Stiuso como “sospechoso máximo” de la muerte del exfiscal, aunque se lamentó de que se lo considere un “testigo” que, de hecho, viene sosteniendo la responsabilidad del gobierno de Cristina Fernández en el posible crimen.

"Me alucina que sea el testigo estrella del caso Nisman… Es un sospechoso, es el sospechoso máximo, tuvo un rol horrible en la investigación de la AMIA, él bloqueó esa investigación", afirmó Moreno Ocampo en declaraciones a La Nación.