Son los tiempos que corren, que parecen marcados por el guion que escriben los libertarios, donde las amenazas se hacen realidad, y los dirigentes usan chalecos antibalas, como Javier Milei.

Pero Máximo Kirchner dejó en claro que él no se resigna a que sean así, que no concibe la política en ese campo, esa forma de ejercerla, y en una entrevista con Roberto Navarro, contó cómo fue el proceso que lo llevó hasta el punto de tener que rechazar un cuidado especial por el temor a un atentado contra su vida.